Un arquitecto técnico ofrece servicios de dirección de obra, control de calidad, coordinación de seguridad y salud en fase de ejecución, elaboración de mediciones y presupuestos, levantamiento de planos, redacción de informes y certificados, y asesoramiento en materia catastral.

Mientras que ambos profesionales trabajan en el diseño y construcción de edificios, el arquitecto técnico se enfoca más en la gestión técnica y la ejecución práctica de las obras, asegurando que se cumplan las normativas y estándares de calidad, seguridad y eficiencia.

La coordinación de seguridad y salud es vital para prevenir accidentes laborales y garantizar un entorno seguro durante la construcción. El arquitecto técnico identifica riesgos, establece medidas preventivas y supervisa su cumplimiento en todas las fases de la obra.

El asesoramiento en materia catastral incluye la gestión de alteraciones o subsanaciones, segregaciones y agrupaciones de parcelas. Este servicio asegura que la información registrada en el Catastro sea precisa y refleje la realidad física y jurídica de la propiedad, lo cual es crucial para evitar problemas legales y administrativos.